miércoles, 18 de marzo de 2015

Pocas novedades...

Bueno, sí hay, cada día hay. La verdad es que tenía pereza de escribir, pero ya estoy aquí.  
     Nos quedamos en la fiesta... La fiesta estuvo bien, fueron muy gentiles en invitarnos y fue, como quien dice, nuestra presentación como pareja en sociedá. Llegando, llegando, una copita de creo que vodka con jugo de naranja. Y enseguida la presentación. Hete aquí que tuve que saludar a uno por uno diciéndoles mi nombre. No estaba dicho que así fuera, pero me pareció lo más adecuado. Cada uno me dijo su nombre también, pero no me acuerdo de ninguno. Bueno, sí, de uno junto al que me sentaron (había tarjetitas con los nombres de cada uno en su lugar), se llamaba Morten. Y me sentaron ahí, porque habla inglés y no estaría tan en babia. Y todo salió bien. También había una señora muy simpática enfrente de mí y su esposo, pero no me acuerdo de sus nombres. Si se llamaran Pedro, María o Juan ¡o hasta Kevin!, que se ha vuelto tan popular en Mexicalpan de las tunas, me acordaría, pero aparte de ajenos, son impronunciables. Morten estaba fácil. Pero ya me adelanté mucho.
     Luego de esa copita, pasamos al comedor y una vez que cada uno estaba en su lugar señalado por la respectiva tarjetita, primero que nada, le cantaron unas "mañanitas" noruegas. Quién sabe qué dicen, pero ha de ser algo semejante. Humanos al fin, en todos lados se desean buenas cosas el día del cumpleaños o santo (por cierto, ayer fue mi santo).
    Después, el señor que venía del Hotel Bø (esta es la "o" que decía el otro día) explicó lo que iba a haber de cenar: primero, una entrada de jamón serrano, pera y una salsita cremosa de una bayas de por acá y unas hojas de menta (no sabía si comérmelas, pero en cuanto vi que se las zamparon, procedí de manera semejante); ah, y un palito de pan con ajonjolí. Después, carne de venado (muy rica, por cierto), con verduras casi crudas: zanahoria en juliana y trozos de coliflor y brócoli; hongos guisaditos y frutas (bayas) de ésas que digo, pero en compota. Un vino italiano y agua.
     Después de la cena hubo una visita a la planta (porque ahí fue la cena) para mostrar a los invitados lo que allí hacen (doblar tubotes) y cómo lo hacen, con demostración práctica y toda la cosa. Hecho esto, regresamos al comedor y pasamos a los regalos (¿o fue antes?, ya ni me acuerdo).  El caso es que parece ser el ritual que los hombres (nótese) vayan por los regalos y se los vayan dando al festejado, éste los abra y los muestre a todos: por supuesto, hay bromas y risas al respecto. El festejado agradece y el que sigue.
   Al final, cuando regresamos, fue el momento de los postres (ya se estaba tardando): había dos pasteles hechos por dos de las invitadas, pero no le llegan a los míos, qué va, modestia aparte. También, por parte del hotel, una fuente de chocolate, que no sabían cómo funcionaba, así que se los mostré. Quedaron maravilladas. También hubo café y licores. Por cierto, el Beylis o como se escriba lo toman con el café. Pregunté por hielo, pero me tomaron por loca. Yo me lo tomé solito, pero le hizo falta el hielo; luego lo probé con el café, pero no me supo bueno: ni a café ni a Baylis (¿así sí se escribe? -como no compro, no sé, con mi presupuesto nada más llego a Jerez Tres Coronas y eso a veces). Y tantán. 
    Ah, no. También hubo un pequeño sketch que tuvieron la amabilidad de actuar en noruego y en inglés en atención a los fuereños (o sea, nosotros). Se agradece. Estuvo divertido. No entendí mucho, pero las gesticulaciones y las inflexiones de la voz bastaban. Otro señor hizo una presentación en una pantalla y nos mostró unas fotos de sus tiempos de juventud, de entre 72 y 73. Tormod (léase Turmud) cumplió 65. Y así otros fueron contando anécdotas.
    Y entonces sí, tantán. Yo ya me quería ir, pero como fueron por nosotros para que bebiéramos sin temor, tuvimos que esperar hasta que nos dijeran que ya. Y finalmente, ya.
    ¿Fotos? Sólo de nosotros y de las tarjetitas. A ver:
Ah, sí. También hubo cerveza. Una española, San Miguel.



Y ya que medio se ve el reloj, aquí dan muy raro la hora. Las medias horas son un punto de referencia importante. Por ejemplo, para decir que son las 10:25 se dice algo así como: faltan cinco minutos para la media antes de las 11. ¡Charros! 

2 comentarios:

  1. ja ja ja... Querida Paty te mando un abrazo por tu santo, antes que nada. Oye me divertí mucho leerte. Saber ahora caigo en cuenta que las chapitas son por el vodka ..
    Me da mucho gusto que se la hayan pasado muy bien.
    saldos. Yo saliendo de una fuerte gripa

    ResponderEliminar
  2. Se ven muy guapos y felices! Vagamente recuerdo lo que es tener vida social, ir como pareja a fiestas y así... es padre, disfrútenlo! Qué rico que comieron. Sígansela pasando tan bien y divirtiéndose y conociendo. Les mando un abrazote.

    ResponderEliminar