jueves, 5 de marzo de 2015

Hoy es día de pan


El pan chafa de la semana pasada está por terminarse. Ayer, incluso, las rebanadas fueron flacas para que rindiera. Así que hoy (que me animé a manejar a instancias de mi esposo para que le vaya perdiendo el miedo al mundo exterior: lo llevé a su trabajo y luego pasé a comprar leche y otras cosillas que se me atravesaron -¡no encontré salsa de soya, ni la conocen, dios bendito!-, no obstante el friazo me armé de valor -y de ropa- y salí a enfrentar el crudo cierzo invernal -como dice la canción-); hoy, decía, me puse a hacer pan. Encontré harina integral de trigo, de manera que el pan de hoy lleva integral de centeno y de trigo, harina refinada de trigo, avena en hojuelas, semillas de calabaza y pasas, para darle otro sabor. Aquí las muestras de las harinas:

Harina de trigo cernida, dice la etiqueta, para que vayan aprendiendo noruego

Harina de trigo integral


Así es la integral

Aquí va la de centeno:

Harina de centeno integral

Ahí medio se ve. La cascarilla tiene un color grisáceo 

Enseguida les muestro las semillas de calabaza, que son un poco diferentes a las de por allá y el aparato para amasar. La masa quedó lista en minutos.
Éstas las compramos en una tienda de productos asiáticos.
No me fijé si en los supermercados hay.

Ahí ya se ve el "lodo", listo para leudar por primera vez.

"El aparato". Cabe decir que la mayoría de muebles y utensilios de esta casa
fueron resultado de una "herencia" de la cual la difunta ni se enteró:
la tía de algún compañero de trabajo de Erik o un amigo de un amigo
había fallecido y tenían todas sus pertenencias embodegadas, así que cuando
Erik preguntó si no tenían muebles que le sobraran, le llegó la mudanza.


Y por último, la avena:
Havre es avena

Y ahí va. Enseguida les enseño cómo quedó la masa y ya después, cómo va. Le faltan 10 minutos.



Ya reposando
Hoy sí no se me quemará. Ya le ando hallando al horno. También ya sé que hay muchas charolas para hornear y mejor haré hogazas. Me iba a traer mis moldes, pero ya no cupieron. :-( Una amiga me preguntó cuando me vio con mi equipaje:
    -¿Pues qué traes? -Puesto que eran dos maletas de 23 kilos cada una (bueno, una de 22), una maletita que me prestó de 12 y mi "bolsa de mano" que era una mochila con la compu y otras chivas (lo que no cupo en lo demás).
    -¡Mi vida! -Le contesté, y hubiera necesitado mucho más, por supuesto.
   Pero regresando al pan, aquí se ve cómo va quedando.


Y a esperar otra oreja. ¿O debo escribir horeja?

Bueno, ya pasó una y más.


Aquí estaban justo cuando los formé.


Aquí, ya estaban listos para entrar al horno. Los panes ya están en el horno. Los cuidaré con esmero para que no se me quemen. Por cierto, voy a quitarle el calor de arriba. 


¡Justo a tiempo! Ya estaban por quemarse. ¡Pero si casi lo acababa de dejar en el horno! Ya mejor le apagué. Que se cuezan con lo que le queda de calor. Será más que suficiente. ¡Y enseguida se cocieron!


Y mientras el pan estaba, empezó a nevar. Sólo un rato: Aquí va el video. Nada que ver con la realidad, pero una vaga idea se darán. Fue espectacular, aunque breve.


7 comentarios:

  1. Yeah! Me alegra que te animaras a salir y manejar, ya ponerte en contacto con el exterior te va a dar otras onda, ya te conozco, se que primero te da miedo hacer ciertas cosas y luego cuando lo pierdes eres como un pez en el agua. Así que me alegra leer que saliste, y así creo que vas a empezar a conocer todo por allá saliendo a explorar. Quedo bonito el pan ma. Felicidades!!

    ResponderEliminar
  2. Hola, disfruto mucho leerte, hoy además me agrado ver tu imagen reflejada en el horno. Saludos y que buena idea esa de solicitar donaciones en muebles, lástima que acá no funcione

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por leerme. Disfruto los comentarios. Muchos saludos.

      Eliminar
  3. Paty, Hola
    Estoy haciendo pan de levadura apenas va en el primer laude. Ya te compartiré los resultados en fotos. Besos reparadores

    ResponderEliminar
  4. Ya tiene tanto que te fuiste!!!!! No inventes, se pasa el tiempo rapidísimo, ¡volando! A pesar del lugar común, siempre nos sigue sorprendiendo. Abrazos, mujer.

    ResponderEliminar