domingo, 26 de abril de 2020

Más sobre patos

En la entrada anterior, sólo expuse mis observaciones sobre un poco de la vida lacustre, pero ¿a qué vino eso? Esto viene debido al aislamiento. No éste que ahora ya la mayoría conoce, sino al que desde hace años he vivido en estas tierras septentrionales, o sea, del Norte. Tener enfrente un lago y contar con muchas horas para ver lo que pasa frente a la ventana y más aún, contar con una cámara, me ha hecho una observadora más o menos buena, porque de saber, no sé mucho. Por ejemplo, según el tipo e intensidad de viento, se forman diversos movimientos en el agua; el más obvio es cuando hay un viento fuerte y se forman olas y yo supongo que es un viento bajo; pero cuando el viento es alto e intenso, se ve cómo corre sobre el agua y es posible notar las ráfagas. Sin embargo, hay un movimiento del agua en pequeñas, digamos, olitas que no sé exactamente a qué tipo de viento se deben, pero se forman. También he notado que a los patos, gansos y demás, no les gusta mucho el buen tiempo, porque en cuanto éste ha llegado, casi no se ven por aquí, a reserva de un par -solamente uno- de cisnes y unos cuantos patos; los gansos han desaparecido, aunque recuerdo que en el verano regresan y la gente se indigna -haceme el favor, che- porque llegan a la orilla del lago, están ahí y dejan sus cacas, cosa que los hace renegar de ellos. Nosotros aprovechamos sus detritus y los usamos como abono, porque resulta magnífico para las flores, los árboles frutales y las fresas.
   
A todo esto, hoy no diré más y solamente les compartiré imágenes que no les mostré en la entrada anterior, porque estaban en la cámara. Pero hoy las bajé y aquí van. Les sugiero que las amplíen, para que puedan ver mejor. Muchas fueron de días nublados y con poca luz.





Este tipo de pato con copete permanecen juntos mucho tiempo como familia










¿Ven cómo se empinan los cisnes? 

miércoles, 1 de abril de 2020

Vida lacustre



Cada día observo el lago que tengo enfrente. En él hay muchas aves acuáticas que he aprendido a distinguir por la manera en que se sumergen para alimentarse. Claro, no podría hablar de que soy capaz de nombrar cada especie de pato, más bien me refiero, en general, a patos, gansos, cisnes y gaviotas, que es lo que tengo a la vista.
   Me sorprenden los ánades –palabra dominguera, se diría en México-, es decir, los patos, cisnes y gansos y cómo son capaces de estar todo el invierno –o este invierno que no ha sido tan helado- en el agua. Y claro, tienen que, porque de ahí obtienen el sustento. Y por eso tienen tanta grasa: para poder aislarse de ese frío intenso.
   Pues bien, los patos bucean, y es una maravilla verlos; los gansos solamente utilizan su cuello largo, y por ello nadan a ratos con la cabeza bajo el agua, o permanecen un buen rato en un mismo sitio, sumergiendo solamente la cabeza, los cisnes, por su parte, se empinan para poder llegar más al fondo, aunque si hay alimento abundante para todos, lo hacen igual que los gansos. Dada esta diferencia en su forma de procurarse comida, conviven sin problema, pues cada grupo lo hace a diferente profundidad; y cuando hay mucho que comer, se juntan por montones.  Sin embargo, hay especies de patos más solitarios, a veces van dos, a veces solos, gansos y cisnes son más gregarios. Más o menos, tampoco son muy científicas mis observaciones.
   En cuanto a las crías, he visto que los patos van con la mamá pata; mientras que los gansos y los cisnes van con ambos padres; los gansos, cuando pequeños, son amarillentos; los cisnes, pardos; y los patos, creo que casi del color que son cuando adultos, al menos cuando ya andan nadando por aquí. Tampoco es que los pueda ver de tan cerca, pero a la distancia es así. Otro aspecto que ha llamado mi atención es que todos siguen con los padres aun cuando han alcanzado casi la misma talla.
   En cuanto a las gaviotas que también habitan por aquí, aunque en menor número, no las he visto todo el invierno, ellas sí se han ido a lugares más amables en cuanto a temperatura se refiere y hacen bien. Ellas son muy territoriales y por eso son bastante cascarrabias cuando alguien (persona o animal) se acerca al sitio que han elegido como suyo; pero ni siquiera es necesario estar muy cerca para que empiecen a chillar como energúmenas y a revolotear amenazantes muy cerca. Con eso le basta a uno para no tener el menor interés en acercarse más. Las de aquí son rurales, digámoslo así, pero las hay también urbanas y me imagino que hay diversas especies entre ellas también.
   Procuraré ilustrar lo que he dicho con unas imágenes y videos. Espero que los enlaces funcionen y los puedan ver.
Gansos en pleno vuelo

Cisnes con su cría



Patos

Gansos
Más gansos

Esta familia se ha mantenido junta desde que eran pequeñitos.  Véanlos en el siguiente video.


Aquí,una gaviota muy urbana, en pleno centro de Oslo