Cada día observo el lago que tengo enfrente. En él hay
muchas aves acuáticas que he aprendido a distinguir por la manera en que se
sumergen para alimentarse. Claro, no podría hablar de que soy capaz de nombrar cada
especie de pato, más bien me refiero, en general, a patos, gansos, cisnes y
gaviotas, que es lo que tengo a la vista.
Me sorprenden los
ánades –palabra dominguera, se diría en México-, es decir, los patos, cisnes y
gansos y cómo son capaces de estar todo el invierno –o este invierno que no ha
sido tan helado- en el agua. Y claro, tienen que, porque de ahí obtienen el
sustento. Y por eso tienen tanta grasa: para poder aislarse de ese frío
intenso.
Pues bien, los
patos bucean, y es una maravilla verlos; los gansos solamente utilizan su
cuello largo, y por ello nadan a ratos con la cabeza bajo el agua, o permanecen
un buen rato en un mismo sitio, sumergiendo solamente la cabeza, los cisnes,
por su parte, se empinan para poder llegar más al fondo, aunque si hay alimento
abundante para todos, lo hacen igual que los gansos. Dada esta diferencia en su
forma de procurarse comida, conviven sin problema, pues cada grupo lo hace a
diferente profundidad; y cuando hay mucho que comer, se juntan por montones. Sin embargo, hay especies de patos más
solitarios, a veces van dos, a veces solos, gansos y cisnes son más gregarios.
Más o menos, tampoco son muy científicas mis observaciones.
En cuanto a las
crías, he visto que los patos van con la mamá pata; mientras que los gansos y
los cisnes van con ambos padres; los gansos, cuando pequeños, son amarillentos;
los cisnes, pardos; y los patos, creo que casi del color que son cuando adultos,
al menos cuando ya andan nadando por aquí. Tampoco es que los pueda ver de tan
cerca, pero a la distancia es así. Otro aspecto que ha llamado mi atención es
que todos siguen con los padres aun cuando han alcanzado casi la misma talla.
En cuanto a las
gaviotas que también habitan por aquí, aunque en menor número, no las he visto
todo el invierno, ellas sí se han ido a lugares más amables en cuanto a
temperatura se refiere y hacen bien. Ellas son muy territoriales y por eso son
bastante cascarrabias cuando alguien (persona o animal) se acerca al sitio que
han elegido como suyo; pero ni siquiera es necesario estar muy cerca para que
empiecen a chillar como energúmenas y a revolotear amenazantes muy cerca. Con
eso le basta a uno para no tener el menor interés en acercarse más. Las de
aquí son rurales, digámoslo así, pero las hay también urbanas y me imagino que
hay diversas especies entre ellas también.
Procuraré ilustrar
lo que he dicho con unas imágenes y videos. Espero que los enlaces funcionen y
los puedan ver.
|
Gansos en pleno vuelo |
|
Cisnes con su cría |
|
Patos |
|
Gansos |
|
Más gansos |
|
Esta familia se ha mantenido junta desde que eran pequeñitos. Véanlos en el siguiente video. |
Aquí,una gaviota muy urbana, en pleno centro de Oslo